En el baño, la altura a la que colocas los apliques de pared puede hacer una gran diferencia tanto en la funcionalidad como en la estética. Los apliques mal colocados pueden provocar sombras, deslumbramiento o incluso iluminar mal ciertas áreas. Aquí te daré algunos consejos prácticos para que puedas colocar tus apliques en la altura adecuada y mejorar tu experiencia en el baño.
Si vas a colocar apliques al lado del espejo, la regla general es ubicarlos a la altura de los ojos o ligeramente por encima. Esto es aproximadamente entre 1.5 y 1.7 metros del suelo. La idea es evitar que la luz cree sombras incómodas en tu rostro, permitiendo que te veas claramente mientras te preparas.
- Importante: Asegúrate de que los apliques estén al mismo nivel si los colocas a ambos lados del espejo para mantener la simetría. Y si tienes diferentes alturas en casa, elige una que funcione para la mayoría.
Apliques Encima del Espejo
Para apliques encima del espejo, deben colocarse entre 1.9 y 2.2 metros del suelo, dependiendo de la altura total del baño y del espejo. Esta posición es ideal para una iluminación uniforme y evita sombras en la cara.
- Consejo: Asegúrate de que el aplique no esté demasiado bajo, para evitar deslumbramientos o que interfiera con el espejo mismo.
Apliques en Otras Áreas del Baño
Si estás colocando apliques en otras áreas del baño, como cerca de la ducha o la bañera, la altura depende del propósito. Si es para iluminación ambiental, puedes colocarlos más alto, entre 1.8 y 2 metros del suelo. Si es para iluminación específica, como para un área de tocador, mantenlos más bajos, entre 1.5 y 1.7 metros.
- Advertencia: Asegúrate de que los apliques estén clasificados para áreas húmedas si están cerca de la ducha o bañera.
Otros Consejos para Recordar
- Simetría: Intenta mantener la simetría al colocar los apliques para un aspecto equilibrado.
- Intensidad de la Luz: Elige bombillas que no sean demasiado brillantes para evitar el deslumbramiento.
- Ajustabilidad: Si tus apliques son ajustables, tienes más flexibilidad para dirigir la luz.